martes, 13 de abril de 2010

El futuro que no llegó y el pasado que no se puede olvidar

Del nazismo y el comunismo me fascinan tanto sus semejanzas como sus diferencias. Sus semejanzas eran en el plano del mundo real (campos de concentración, exterminio de "porcentajes de población, definición de enemigo en función de variables que el sujeto no puede controlar, como "raza" o "clase"... ¡a pesar de lo ambiguo de ambas variables!). O sea, sus semejanzas eran sus consecuencias. Pero también son fascinantes sus diferencias.

El nazismo (no confundir con fascismo) es un movimiento nacionalista-racista específicamente alemán o a lo sumo "germánico", que no se puede universalizar - aunque en otras grandes "razas" alguna nación en concreto podría "nazificarse" es decir, los japoneses fueron los "nazis asiáticos" que se creían superiores a todas las demás naciones de raza "amarilla", y lo mismo podía pasar en otras partes del mundo.
El comunismo era universalista en cuanto a la raza, no en vano los dirigentes bolcheviques pertenecían a todas las nacionalidades (europeas) del Imperio ruso, aunque en un principio las minorías como los judios y otros tuvieron un peso mayor que los mismos rusos de origen ortodoxo. Trotsky, creador del ejército rojo, era judio, Dzherzhinsky, creador de la Checa, era polaco, Stalin era georgiano, los letones rojos tuvieron un papel importante aunque Letonia se independizó, el mismo Lenin era una mezcla de alemán, judio, tartaro y kalmuco.

Los nazis nacieron en el país más industrializado de Europa, el más urbanizado, avanzado y científico, pero rendían culto al pasado preindustrial, al campo, que creían más puro que la ciudad. Cuando los nazis iban al campo, los pequeños y medianos campesinos alemanes los recibían muy bien (al fin y al cabo, los defendían de los comunistas que los hubieran encerrado en "koljoses" después de liquidar a los "kulaks"). Por otro lado los comunistas del imperio ruso odiaban el campo, veian a los campesinos como seres atrasados solo algo mejores que las vacas (y sin duda peores que los caballos). Cuando los comunistas iban al campo, los campesinos temblaban (y con razón).

Cuando los nazis invadían un país, toda la población sabía cual era su destino, que estaba escrito en sus características "raciales": si el país era "germánico" desde el obrero al cura serían respetados, si era eslavo, desde el obrero al cura serían esclavizados (y los judios, en cualquier lugar, externminados, del obrero al rabino). Al país donde llegaban los comunistas, la gente sabía que su destino estaba escrito en su clase: curas y burgueses a Siberia, obreros al Partido, campesinos al koljós. El destino de los judios, como el de los demás, dependía de su clase, no del hecho de ser judio.

Pero la diferencia principal era que los nazis rendían culto al "pasado", y todo su objetivo era que el futuro fuese como el pasado, un pasado completamente inventado, por otra parte ¿qué clase de memo se creía que los "arios" habían partido de la destruida Atlántida para viajar hasta el Tibet y de allí a Alemania?. El país más culto y avanzado de Europa estaba lleno de memos. En fin, a falta de una historia heróica a la que rendir culto, como tenían otros pueblos de Europa que habían conquistado continentes enteros, se inventaban una sarta de memeces. Ningún sacrificio ni crimen era suficientemente grande para que dicho "pasado" volviese a Alemania. Al final lo que llegó fueron los ejércitos aliados y soviético a una Alemania previamente destruida por los bombardeos aereos. Quien quiso imponerse por la fuerza fue vencido por una fuerza superior.
Los comunistas sin embargo rendían culto al "futuro", despreciaban todo el pasado, que consideraban lleno de supersticion y oscurantismo, querían borrar su huella y eso quería decir destruir iglesias, básicamente. el "futuro" cuando el comunismo dominase la tierra, sería tan maravilloso, sería como el paraiso sobre la tierra, y en nombre de ese paraiso futuro, se podían cometer todos los crimenes que se considerasen necesarios, se podía esclavizar a toda la gente que fuera necesario, se podía exterminar en masa, deportar en masa, no significaba nada pues "en el futuro" nadie recordaría esos crimenes, solo recordaría un líder "duro" que no dudó en "cortar las malas hierbas", "cortar la gangrena", para que el tronco social se alzase hacía el paraiso terrenal. el problema es que el paraiso terrenal no llegaba nunca, el futuro seguía siendo un criminal, duro o simplemente aburrido y eterno presente, mientras que el pasado, los crimenes del pasado, no solo no se olvidaban sino que se recordaban cada vez más.

Ahora la mayoría de la gente no recuerda el futuro paraiso al que nos quería llevar el comunismo, solo recuerda un pasado de Gulag, Holomodor, Purgas y otras desgracias. Por supuesto, el único "pasado" que se recuerda del nazismo es el Holocausto, los horrores del Frente Ruso y las ciudades alemanas destruidas por la aviación angloamericana.

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