LA IGLESIA, LAS PUTAS Y HACIENDA

Los políticos, particularmente los de izquierdas, quieren que la Iglesia pague el IBI. Aunque parece bastante difícil calcular el valor del patrimonio inmobiliario de la Iglesia (¿cuanto vale una catedral medieval?) los cálculos más aproximados dicen que se recaudarían unos 5 millones de euros al año. Eso para el Estado no sería más que una gota de agua en el océano de ayudas a los bancos, pero con eso Cáritas puede comprar millones de kilos de arroz y otros alimentos esenciales con los que pueden dar de comer a millones de personas - si casa y sin trabajo por culpa de... los bancos.


Sin embargo, los políticos, particularmente los de izquierdas, se niegan a que las putas paguen el IRPF. Según los cálculos más difundidos, el negocio de la prostitución en España mueve al año 18.000 millones de euros, con cientos de miles de personas dedicadas a ello. Si se fiscalizase (porque legal ya es, puesto que se anuncia en periódicos y se pratica en edificios identificados con luces de neón) el IVA generado por dicha actividad representaría pues 3240 millones de euros. Y el IRPF de las trabajadoras y algunos trabajadores podrían ser una cantidad similar. Estamos hablando pues de unos 5 o 6 mil millones de euros al año.  ¿Cuantos recortes en sanidad, en educación, en pensiones, en investigación, se podrían evitar si las putas pagaran sus impuestos, como los pagan todos los demás trabajadores y trabajadoras? ¿Por qué un fontanero o una peluquera autónomos tienen que pagar impuestos, ganen o no dinero, y una puta, o un puto, no?. ¿Por qué quien quiere que le arreglen los bajos del coche tiene que pagar impuestos y quien quiere que le hagan un trabajito en otros bajos no los paga?


Sin embargo, los políticos (y especialmente, las políticas) que quieren cobrar 5 millones de euros al año a la Iglesia, se niegan a cobrar 5.000 millones de euros a las putas -y los putos. Y yo... me pregunto por qué.