sábado, 27 de diciembre de 2008

TENDENCIAS

No era el precio de los pisos lo que subía. Era la capacidad de los bancos de dar mayores préstamos a más largo plazo. Mientras más dinero podía prestarte el banco más dinero te pedirían por el piso - y más dinero pedirías tú si eras el vendedor, al fin y al cabo lo necesitabas para comprar otro piso igualmente caro.
Es fácil y cómodo culpar a "las inmobiliarias, las constructoras y los bancos". Pero han sido muchos los que han jugado al fácil juego de pedir todo lo que el comprador podía dar. Es decir, todo lo que el banco podía prestar al comprador.
La memoria es corta. Cuando una tendencia dura más de 5 años, la gente tiene... tendencia... a decir que será eterna. Pero algunas cosas habían llegado a un punto límite. El precio de los pisos ya no podía subir más, pues ya solo podía entrar en el juego quién podía vender su propio piso para comprar otro. El tiempo de pago de las hipotecas se alargaba hasta la jubilación. Eso no tenía sentido. Una hipoteca a 40 años es como un alquiler, ¿qué senido tiene decir "¡en 4o años el piso es mio!?.
Otras cosas también estaban llegando a su límite. El tiempo que la gente se pasaba estudiando "preparándose" para el futuro ya no podía alargarse mas. ¿30 años y aún "estudiando", aún "de becario", aún "con un trabajillo para no tener que pedir dinero a los padres"?. Tampoco el tiempo que la gente tardaba en "independizarse" podía alargarse más, algunos pasados los 40 años, algunos nunca. Otra tendencia que ha dado un giro inesperado: algunos hablaban de que España aún necesitaría 10 o 2 millones de inmigrantes en los próximos años. Esos mismos que meses después pensaban en como incentivar la vuelta a casa de los inmigrantes sobrantes. En fin, que algunas cosas habían llegado a su "límite vertical", no era muy lógico que la gente se fuera el fin de semana a Londres y a la vez no pudiera marchar de casa de los papis.
Quizá esta crisis sea un correctivo que nos haga volver al sentido común.

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