jueves, 25 de junio de 2009

Economía Estalinista

Tú tienes 2 vacas.
El estado considera que tienes el doble de lo normal, eres un "Kulak", un campesino rico, un futuro burgués capitalista.
El estado te envía a un campo de trabajos forzados en Kolymà, a 50 grados bajo cero.
Con tu mujer no son tan duros, en su campo solo están a 30 bajo cero.
A tus hijos los dejan libres, para que vaguen hambrientos por los campos, a la espera de que haya una guerra y poder usarlos como carne de cañón.
Las vacas las llevan a un "koljós" o "granja colectiva", donde entre todos las revientan a trabajar pero nadie les da de comer. Total, tampoco hay grano para darles de comer. Las vacas se mueren, pero las estadísticas del director del koljós dicen que cada semana dan más leche.
Los campesinos, para los que tampoco hay grano, se quieren comer las vacas muertas, pero "El Partido" decide que deben servir para alimentar a "el pueblo" cuando sea necesario. La policía monta guardia ante el establo donde están las vacas muertas. Las vacas se pudren. Los campesinos comienzan a morir de hambre en masa. El Partido dice que la culpa es de los saboteadores y ejecuta a los policías que vigilaban las vacas. Entre los millones de muertos por hambre, los millones de ejecutados y los millones que mueren en los campos, la población baja un 15%. El sistema está a punto de hundirse por sí solo.
Afortunadamente, el país es invadido por un ejército extranjero. Los campesinos los reciben como libertadores, hasta que se dan cuenta de que son una panda de fanáticos racistas que solo quieren esclavizarlos. Así que los campesinos supervivientes, los hijos del "kulak" que vagaban por los campos, y los policías que no fueron ejecutados son enviados al frente en masa, usando las armas que el kulak y su mujer fabrican desesperadamente en los campos de trabajos forzados. "El Partido" colabora en la lucha creando grupos armados con ametralladoras que asesinan sin piedad a todo aquel que retrocede ante el enemigo, y enviando a los campos a las familias de los que no muestran un valor suicida en la batalla. Finalmente, con el sacrificio de casi un 20% de la población, el país puede rechazar la invasión extranjera.
El Partido informa de que ha sido solo gracias a su determinación en aplicar el correcto sistema económico que el país ha podido rechazar la invasión, lo que demuestra que el sistema es el correcto. Pero la guerra ha dejado al descubierto a nuevos saboteadores y enemigos del pueblo, que deben seguir siendo desenmascarados y enviados al Gulag, así que se inicia una nueva oleada de represión.
Los progres del mundo aplauden - y 70 años después, siguen diciendo que, en el fondo, el sistema era correcto.

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